Los inicios y las primeras décadas
Nuestros orígenes se remontan al 7 de febrero de 1964, cuando un grupo de intelectuales nacionales y extranjeros apostaron por crear en el país un espacio institucional independiente para el estudio del Perú desde las ciencias sociales. Entre las personas vinculadas a los primeros años destacan José María Arguedas, Jorge Bravo Bresani, Alberto Escobar, John Murra, María Rostworowski, Augusto y Sebastián Salazar Bondy, Luis E. Valcárcel y José Matos Mar, gestor, fundador y director del IEP durante los primeros veinte años.
En sus inicios, el IEP se plantea la necesidad de hacer un diagnóstico general del país que aborde la sociedad rural, las relaciones de poder y la diversidad étnica, histórica y lingüística que caracteriza al Perú. Como parte de esta línea de trabajo, se inician las publicaciones de la serie “Perú Problema” y, posteriormente, “América Problema”.
En 1970, el IEP se convierte en el principal organizador del Congreso Internacional de Americanistas, en el que se presentan diversos estudios desde una perspectiva multidisciplinaria. Los cambios sociales y políticos de esta década marcan el rumbo de la investigación en el IEP, que se centra en la reforma agraria, el rol del Estado y el surgimiento de nuevos grupos sociales. Estas nuevas miradas sobre el Perú dieron lugar a libros de amplia difusión como “Clases, Estado y Nación en el Perú” de Julio Cotler, publicado en 1978, que rápidamente se convierte en un clásico.
Al mismo tiempo, el IEP profundiza sus investigaciones históricas. Se inician también, en esta época, los estudios que renovaron la historia andina, entre los que destacan los trabajos de John Murra y María Rostworowski, quien más tarde publica “Historia del Tahuantinsuyu”, libro con el que da inicio a una reconocida producción intelectual
Renovación institucional y el nuevo siglo
En la década de 1980, la institución reorganiza sus estructuras internas, amplía su asamblea de asociados e introduce mecanismos democráticos de organización y elección de autoridades.
La creación de un área de investigación económica permite el estudio de las relaciones entre democracia, crecimiento, empleo, agricultura, fiscalidad y regionalización. Los aportes de economistas como Óscar Ugarteche, Efraín Gonzales de Olarte y Francisco Verdera fueron fundamentales para una renovación del conocimiento en ese campo.
El contexto de migración interna, los cambios en las relaciones sociales y la aparición de nuevas clases populares se cristalizaron en los libros “Desborde popular y crisis del Estado” de José Matos Mar (1984), “Conquistadores de un nuevo mundo” de Carlos Iván Degregori, Cecilia Blondet y Nicolás Lynch (1986) y “Los caballos de Troya de los invasores” de Jürgen Golte y Norma Adams (1990).
Durante los difíciles años finales de la década de los ochenta y los años noventa, marcados por la fragmentación social, la hiperinflación, el terrorismo y la crisis política, el IEP supo mantener la calidad de sus investigaciones interdisciplinarias. Sobresalen aquí los trabajos de Carlos Iván Degregori, indispensables para comprender las relaciones entre la violencia política, el autoritarismo, la etnicidad, la diversidad cultural y los derechos humanos.
A partir del año 2000, la agenda de investigación se concentra en el debilitamiento del sistema político y la recuperación de la democracia, las transformaciones sociales y la descentralización, las diferencias de género, el desarrollo agrario y rural, la educación y la equidad, y, en general, las políticas sociales. Abordan estos temas, desde diferentes perspectivas, los trabajos de Romeo Grompone, Carolina Trivelli, Roxana Barrantes, Martín Tanaka, María Isabel Remy, Carmen Montero, Ludwig Huber, Patricia Zárate y Ricardo Cuenca, entre otros investigadores.
El IEP hoy
En las últimas décadas, se incorpora una nueva generación de investigadores quienes realizan estudios de gran diversidad temática. Destacan entre ellos el análisis estructural del Estado y sus dinámicas, la economía política del ingreso medio, la diferenciación social y el incremento de la desigualdad en el país. Toman centralidad la evaluación de políticas públicas, así como los estudios sobre migraciones, desarrollo rural y agricultura, calidad educativa, medio ambiente y recursos naturales, y tecnologías de la información y comunicaciones. Hoy desde el IEP nos abocamos también al enrique- cimiento del debate en el país a partir del análisis de la fragilidad de la democracia como régimen político.