En menos de un mes, la percepción de que el presidente Castillo está involucrado en actos de corrupción ha tenido un aumento significativo (52% a 59%). Sin embargo, se mantiene el mismo porcentaje que aprueba la denuncia de la Fiscal de la Nación. Esta impresión de que el presidente esté involucrado en actos de corrupción no influye en la aprobación presidencial ni el aumento de la aprobación de la fiscal.
¿Significa esto que la corrupción no interese a la ciudadanía? En la encuesta del IEP de mediados de octubre se preguntó por los principales problemas del país. Luego de la economía se menciona a la corrupción. Un 57% de los que creen que la corrupción es el principal problema piensa que el presidente está involucrado en actos de corrupción y un porcentaje similar en este grupo (58%) aprueba la denuncia de la fiscal, pero hay un 28% que pese a identificar la corrupción como principal problema no cree que el presidente esté involucrado en ella. Lo que coincide con ese núcleo duro de apoyo, de alrededor de 25% que no cede a las evidencias ni a la presión mediática. Además de ese núcleo duro parece haber un grupo adicional más bien resignado a que el presidente Castillo se mantenga en el gobierno hasta que termine su mandato.
En un contexto de bajo interés en la política (disminuyó con respecto a octubre 2020) no se prevé protestas articuladas contra el gobierno por temas económicos o de corrupción. Ni siquiera en el grupo de jóvenes de 18 a 24 años que es donde se registra un mayor aumento en la percepción de que el presidente está involucrado en corrupción.