Considerando que la percepción de inseguridad es uno de los mayores problemas de este y otros gobiernos, el IEP planteó algunas preguntas para profundizar en la mirada ciudadana. Viendo como la cifra sobre percepción de seguridad del 2015 es la misma que la del 2019 uno se pregunta qué pasó para que no pase nada. Cinco ministros en cuatro años puede ser parte de la explicación y, seguro, del problema.
La gente mira su casa como el lugar donde está más a salvo y puede que esto explique porqué, a través de los años, alrededor de solo un tercio ha tomado medidas de seguridad en su hogar (perros y rejas principalmente). La gente ubica el problema, y parte de la solución, en la calle. Esta es vista como el lugar más inseguro donde el robo al paso es lo más temido, sobre todo en Lima. Si bien este es un tema complejo que abarca diferentes sectores y medidas (queda para otro momento una evaluación sobre el rol de los medios en este proceso), llama la atención que la opinión del público sobre posibles soluciones sea hoy muy parecida a lo recogido en el 2014: cambios en la policía y el sistema judicial.
Hay una demanda de más policías en las calles (no necesariamente más policías) y jueces y/o leyes más estrictas con los delincuentes. Lo que mejor se evalúa son los megaoperativos, que se dan con alguna frecuencia y tienen buena cobertura de medios. Sin embargo, donde hay mayor insatisfacción con el gobierno es en lo que más se demanda: la presencia de policías en las calles y leyes eficientes…que probablemente sea sistemas más eficientes de lucha contra la delincuencia.
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