De acuerdo a los análisis estadísticos realizados, el nivel de aprobación o desaprobación de Vizcarra responde, principalmente, a lo que significa para la población el pedido de cuestión de confianza y a la percepción de estar o no tomando medidas para reactivar la economía.
Con relación a lo primero, hay un buen nivel de información general del mismo (63% se enteró), pero hay un bajo conocimiento del detalle de las propuestas. En promedio, solo el 36% manifiesta estar informado del contenido específico de cada una de ellas. En ese sentido, ayuda más en el análisis ver que el 58% hubiese preferido la disolución del congreso, como consecuencia de una negación de la confianza.
Esto da cuenta que el respaldo a la medida pasa más por interpretarla como una demanda general de cambio al legislativo. Puede que la gente no maneje los detalles, pero quiere ver un congreso con una actitud diferente.
Con relación a la reactivación de la economía, ver los totales (solo 35% cree que sí se están tomando medidas) no permite entender qué ocurre. Entre esa mitad del país que aprueba a Vizcarra, el 60% considera que sí tiene un plan claro de desarrollo y que sí se vienen tomando medidas para reactivar la economía. En la otra mitad que desaprueba al presidente, algo más del 80% considera que no tiene un plan claro y que las medidas de reactivación no existen.
Donde no hay discrepancias, es en que la mayoría cree que el gobierno debe seguir activo con la reforma política y, a la vez, velar por el desarrollo económico y mejora de servicios.