[COLUMNA] Alta desaprobación y baja confianza, por Patricia Zárate

A la paulatina destrucción o debilitamiento del Estado que se observa con este gobierno, se sumó una serie de indicios que involucran al entorno del presidente Castillo en actos de corrupción. Y pese a ello, la aprobación del presidente no disminuye y más bien aumenta con respecto a junio. Sin embargo, la desaprobación sigue siendo mayoritaria (63%).

Para ver en qué reside la aprobación del presidente hicimos un ejercicio multivariable y si bien la aprobación se mueve según sexo, área de residencia y nivel socioeconómico, al incorporar la variable ideología al modelo, esta permanece como la única variable explicativa. La ideología nos remite a una forma de ver el mundo que difícilmente cambiará con hechos. Por eso, aunque día a día la prensa nacional va mostrando hechos que implican al mandatario, desde sus seguidores se menciona que ese afán inquisitivo no se dio con otros presidentes. Es necesario recordar que no todos vemos los hechos de la misma manera, si no que estamos influidos por nuestra cultura y nuestra ubicación en el espacio social.

Por otro lado, en un país donde el 83% piensa que el acceso a la justicia es muy desigual (ENADES 2022), no es necesario ni siquiera “hacerse la víctima”, es simplemente dejar que la ciudadanía observe cómo reaccionan la prensa y algunos líderes de opinión, que a veces suelen ir más allá de temas judiciales y de los hechos que respaldan las investigaciones sobre corrupción.

Todo esto se da un contexto de muy baja confianza en las instituciones, salvo en las fuerzas armadas, que en un país que no termina de acostumbrarse a vivir en democracia termina siendo un mecanismo de salida a cualquier crisis.